Pero la industria de la moda no sólo está teñido del sufrimiento de muchos trabajadores, también de la sangre de muchos animales. Según el ‘Estudio sobre la Movilidad del futuro’, elaborado por Europcar Mobility Group España, siete de cada diez españoles van a sustituir sus coches en propiedad por estos servicios de movilidad. Diez años más tarde, en 2030, en torno al 70% de los coches que circulen en Europa estarán conectados”. Según recoge Rebold, un informe de PwC apunta que “ hacia el año 2022 habrá disponibles en el mercado coches autónomos de nivel 4, es decir, coches 100% autónomos en determinadas áreas geográficas o en ciertas situaciones, como los atascos.
Esta tendencia no deja de aumentar entre los nuevos modelos, y según Rebold “casi el 100% de los vehículos nuevos será un coche conectado en 2020, con servicios digitales de entretenimiento, comunicación y navegación. Estos vehículos cuentan con una serie de sistemas de asistencia al conductor que facilitan y mejoran la seguridad de sus trayectos. El sistema Yui también puede seleccionar y reproducir música en función del entorno de conducción y proporcionar información en tiempo real sobre temas de interés para el conductor. Lo que hace unos años pertenecía a la ciencia ficción, parece que día a día va tomando forma más real.
Si todo el mercado cambia, también lo hace la forma de concebirlo. En un mundo cada vez más globalizado, las directrices fundamentales de la geopolítica internacional han dejado de acordarse de forma bilateral entre estados, sustituidos por actores multilaterales. De nuevo, uno de los elementos de inquietud para muchos norteamericanos es la incertidumbre sobre el futuro económico de su nación y, por tanto, sobre su posición de liderazgo en el mundo. No obstante, la implantación de estos nuevos modelos y de su red de infraestructura de carga es lenta y dibuja un escenario de incertidumbre entre los conductores. Conceptos como coche conectado o internet de las cosas están cambiando la industria automovilística y la relación de los usuarios con los vehículos. Conscientes del gran impacto climático que tienen los combustibles fósiles en la Tierra, durante los últimos años la industria del automóvil ha visto la necesidad de reinventarse para conseguir una movilidad más limpia, sostenible y eficaz.
Tiene una autonomía de 14 km y puede circular a 2, 4, 6 ó 10 km/h (seleccionables). Su autonomía es de 10 km y puede moverse hasta a 6 km/h. La autonomía y la conectividad son dos factores cada vez más presentes en la creación de los nuevos modelos, no solo por las posibilidades que ofrecen sino también porque mejoran altamente la seguridad de los usuarios. De cara al futuro, ya son muchas las marcas “que están firmando acuerdos con las principales operadoras de comunicaciones para facilitar la conectividad de los ocupantes”, apunta Rebold. El sistema puede interactuar con el conductor mediante comunicaciones de voz, funciones en el asiento diseñadas para aumentar el nivel de alerta o reducir el de estrés, iluminación interior, aire acondicionado, olores y otras interacciones humano-máquina (HMI, Human-Machine Interactions). Una de las funciones que desempeña el entorno natural es la de proveer materias primas y energía, sin los cuales serán imposibles la producción y el consumo.